Vender suele ser más sencillo cuando una economía crece a buen ritmo. Difícil es hacerlo de manera y perdurable en el tiempo
Las PyMEs son fundamentales para el desarrollo de nuestra economía. Representan al 99% de las empresas registradas y generan un 70% de los empleos privados formales. Sin embargo, emprender en el país de América Latina que más crisis tuvo en los últimos 70 años no es tarea sencilla. Obligándolas a realizar enormes esfuerzos dadas diferentes restricciones, como en el caso del financiamiento (apenas captan un $1 de cada $4 de crédito privado); inflación y niveles de demanda en contracción.
¡Hay que diferenciarse!
Cuando una economía crece a buen ritmo, vender suele ser mucho más sencillo. Difícil es hacerlo de manera sustentable y perdurable en el tiempo. La buena noticia es que podemos lograrlo a partir de diferentes herramientas que permiten mantener y aumentar los niveles de ventas.
Un útil consejo inicial que podemos tener en cuenta es el de empezar a diferenciarnos de nuestros competidores considerando no sólo la variable precio, tan frecuentemente utilizada. Para lo cual es adecuado comunicar mejor, aquello que en marketing llamamos “estándar de valor”, es decir nuestros principales atributos en relación a los de la competencia, como podría ser el caso de calidad, tradición, variedad, etc.